Las pymes también desgravan: trucos de fin de año para lidiar con el fisco
Toca planificación de urgencia para redondear la hoja de gastos de la empresa. En tiempos de crisis, todo lo que ayude a suavizar la factura del fisco el año que viene vendrá bien. Últimas compras, aportaciones a planes de pensiones y sobre todo aprovechar una de las medidas más destacadas de alivio fiscal, para este año y el que viene: la libertad de amortización de nuevos activos. Sin perder de vista otra novedad como es la subida del IVA, que obliga a adelantar determinadas compras para evitar el aumento de tasa a partir de julio.
Es el momento de comprar esa nave, esa furgoneta… Con todo ello, se consigue lo más importante en estos momentos, que es ganar terreno a la crisis arrancando liquidez a Hacienda. Luis del Amo, director del área fiscal del Consejo General de Economistas, nos ofrece algunas claves.
Planes de pensiones
Las empresas que contratan un plan de pensiones para sus empleados pueden deducirse el coste de la prima como gasto para el Impuesto de Sociedades y así reducir su factura con el fisco. No sólo eso, cada aporte a esos planes supone una rebaja, dependiendo de la remuneración bruta anual.
En concreto, serán deducibles de la cuota del impuesto el 10% de las contribuciones del empresario a los planes de pensiones a favor de sus trabajadores, siempre que las retribuciones brutas anuales de éstos sean inferiores a 27.000 euros.
Libertad de amortización
Disponer de mayor liquidez para que la factura fiscal no sea un obstáculo en la realización de nuevas inversiones. Éste es el objetivo de la libertad de amortización plasmada en la ley 4/2008 que ha entrado en vigor este año.
Según esta nueva ley, si ha comprado este año un local, maquinaria, o cualquier otro elemento inmovilizado de nueva adquisición, lo puede imputar en el capítulo de gastos en su totalidad y no en un porcentaje como hasta ahora. Incluir el cien por cien de esta inversión en el balance tiene por efecto reducir la base imponible del Impuesto de Sociedades y, en consecuencia, pagar menos a Hacienda.
Eso sí, está vigente para activos afectos a actividades económicas comprados en los años 2009 y 2010 y siempre que la empresa mantenga su plantilla de trabajadores.
Gastos en formación y adelantar compras
Este año y el siguiente toca aprovechar la desgravación del 3% de los gastos efectuados en el capítulo de la formación, ya que es una medida que se suprimirá en el año 2011.
Si necesita ampliar su dimensión y está pensando comprar una nave o nuevas oficinas, renovar su parque de vehículos o comprar una furgoneta, no lo dude, ahora es el momento. La subida del IVA del 7 al 8% por ciento y del 16 al 18% encarecerá todo esto a partir del segundo semestre. Si quiere vender, el camino es a la inversa.
Quienes dispongan de muchas existencias, les toca colocarlas antes de julio, si resulta posible, bajando incluso el precio para dar salida a ese stock, ya que se prevé una contracción del consumo en las semanas siguientes a la subida del IVA.
Beneficiarse de un tipo mínimo
Durante 2009, 2010 y 2011, las pymes y los autónomos se van a ver beneficiados por la reducción del tipo impositivo. Siempre, eso sí, que cumplan con las condiciones de mantener o crear empleo, que el número de empleados en su plantilla sea menor de 25 y que la cifra neta de negocios se sitúe por debajo de cinco millones de euros.
En el caso de los autónomos, se podrá aplicar una reducción del 20% en los rendimientos netos de actividades económicas, y en el de las sociedades, el tipo del 20% se aplicará sólo a la parte de la base imponible comprendida entre 0 y algo más de 120.200 euros.
Sacar provecho a la I+D+i
Los gastos en innovación y desarrollo desgravan al 25% que suben hasta el 42%, si se trata de proyectos nuevos.
Se puede sumar un 17% adicional a la rebaja fiscal en concepto de gastos de personal y un 8% sobre las inversiones en bienes afectos a las actividades de I+D. Un porcentaje de desgravación compatible con la reducción por reinversión de beneficios extraordinarios.
Adelantar dividendo
Finalmente, y con la vista puesta de nuevo en la subida del impuesto para las rentas del capital, a los pequeños empresarios y las empresas familiares que retribuyen a sus miembros mediante el reparto de dividendo, les conviene adelantarlo, incluso a cuenta de los beneficios de 2010.
Recordemos que la subida que se aplica a partir del año que viene es del 18 al 19% para los primeros 6.000 euros de rendimiento, y del 18 al 21%, a partir de esa cantidad.
El Economista.es. Verónica Rodríguez 15:32 – 22/11/2009